Estados Unidos valoró la "seriedad y sustancia" de la propuesta presentada por Irán en las negociaciones nucleares con potencias occidentales en Ginebra, y aseguró que cualquier respuesta que decida dar será "proporcional" y no implicará necesariamente un cambio en su política de sanciones. "La propuesta iraní fue una nueva propuesta, con un nivel de seriedad y sustancia que no habíamos visto antes", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney (foto).
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, destacó por su parte que los miembros del grupo conocido como el G5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, más Alemania) "nunca" habían "tenido conversaciones técnicas detalladas a este nivel hasta ahora".
"Irán ha delineado lo que ven como su objetivo, lo que podrían hacer como primer paso, y también lo que debería haber en un paso final", señaló Psaki, que evitó precisar en qué consisten esos pasos.
"No hemos levantado ningún paquete de sanciones" a Irán, subrayó la portavoz.
Explicó que cuando la representante estadounidense en las negociaciones, la subsecretaria de Estado Wendy Sherman, regrese de Ginebra, se reunirá con el equipo de seguridad nacional de EE.UU. y con miembros del Congreso para hablar sobre "los pasos apropiados, los que necesitamos dar y lo que podríamos considerar".
"Recomendaremosque cualquier respuesta (que demos), si hay alguna, sea proporcional" a la propuesta iraní, indicó Psaki.
"No predigo que vayamos a hacer nada relacionado con las sanciones, más allá de que, obviamente, ese tema formó parte de la conversación (en Ginebra). Y obviamente, será parte de la discusión cuando nuestra delegación vuelva" a esa ciudad para una nueva ronda de negociaciones el 7 y 8 de noviembre, añadió.
La portavoz tampoco precisó si Sherman pedirá al Congreso que no añada nuevas sanciones a las ya existentes mientras duran las negociaciones contra Irán, y se limitó a señalar que habrá "conversaciones" sobre las demandas iraníes.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamed Javad Zarif, confió en que Occidente elimine sus sanciones económicas, impuestas por el temor de que el programa nuclear iraní pueda tener fines militares, porque "no han sido beneficiosas para nadie" y "no consiguieron cambiar las políticas de Irán".
Carney recordó que Irán "sigue teniendo la responsabilidad de cumplir sus obligaciones internacionales, y cualquier acuerdo (alcanzado en las negociaciones) debe probar a la comunidad internacional que el programa nuclear de Irán se usará para propósitos exclusivamente pacíficos".
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusa a Irán de ocultar bajo su programa nuclear civil otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas cuyo objetivo sería hacerse con armas atómicas.
0 comentarios:
Publicar un comentario