El primer ministro, Biniamín Netanyahu, insistirá una vez más ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en la urgencia de impedir que Irán adquiera armas nucleares y apelará a la comunidad de naciones a no dejarse llevar por las palabras conciliadoras del nuevo presidente, Hassan Rohaní, quien alega que el programa atómico tiene fines pacíficos. "Irán piensa que las palabras tranquilizadoras y las acciones simbólicas le permitirán seguir adelante en el camino de la bomba", manifestó Netanyahu.
El jefe del Ejecutivo hará en su discurso un paralelismo entre el régimen iraní y el de Corea del Norte, que en 2007 se convirtió en potencia nuclear tras mantener negociaciones diplomáticas con Occidente que trataban de impedir que se hiciera con ese tipo de armamento.
"ComoCorea del Norte lo hizo anteriormente, Irán tratará deshacerse de las sanciones ofreciendo concesiones cosméticas, mientras mantiene su capacidad para construir rápidamente el arma nuclear cuando así lo decida", señala Netanyahu.
Su portavoz para medios extranjeros, Mark Reguev, explicó que el discurso de Netanyahu, previsto para el próximo martes, 1 de octubre, abordará también el proceso de paz con los palestinos, si bien la cuestión iraní ocupará buena parte del mismo.
"El foco estará en Irán, en la necesidad de impedir que adquiera armas nucleares y en subrayar que las palabras no son suficientes, lo que se requiere son acciones", señaló.
El año pasado Netanyahu protagonizó titulares al presentar durante su disertación en la ONU un diagrama de una bomba en la que trazó una línea roja para ilustrar el punto a partir del cual debía emplearse la fuerza en lugar de la diplomacia para impedir el programa nuclear de Irán
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