El Ejército egipcio intensificó su campaña contra el contrabando de mercancías, armas y el paso de terroristas por los túneles entre la franja de Gaza y la península del Sinaí, denunciaron oficiales del gobierno extremista islámico Hamás.
En los últimos tres días Egipto destruyó unos treinta túneles que cruzan la línea fronteriza, la mayoría en el barrio Brasil de la ciudad de Rafah, dijeron las fuentes.
Vecinos de esa localidad confirmaron haber visto estos últimos días columnas de humo como consecuencia del desplome de los túneles y oído fuertes explosiones.
La destrucción de túneles por Egipto forma de la campaña del nuevo régimen de El Cairo contra las actividades del islamismo en la península del Sinaí, base de varias organizaciones terroristas y escenario de decenas de atentados en los últimos años.
Otros vecinos de Rafah agregaron que excavadoras egipcias estaban destruyendo viviendas y edificios en el lado egipcio de la frontera, para taponar las bocas de acceso.
Los palestinos de Gaza temen que Egipto imponga una zona de amortiguación de 500 metros en la que no se autorice el acceso a nadie, según el intendente de la ciudad palestina, Sobhi Radwán.
"Vehículos egipcios están llevando a cabo una campaña sin precedentes para destruir túneles y edificios, aparentemente para construir una zona de acceso restringido", dijo Radwán, quien recordó que el 90% de los túneles que llegaron a existir ya no son utilizables.
La franja de Gaza está controlada por el grupo extremista islámico Hamás, cuya carta fundacional antisemita y genocida llama abiertamente a la destrucción de Israel y a la limpieza étnica de los judíos. Sin embargo, presuntas organizaciones de derechos humanos, algunos medios de comunicación extranjeros y otras organizaciones anti-israelíes sorprendentemente se preguntan por qué Jerusalén sólo permite el paso através de su frontera de casos humanitarios o con autorizaciones especiales.
El bloqueo de Gaza es un básicamente un mito ya los palestinos que pueden entrar y salir libremente del enclave costero a través de Egipto. Mientras que las mercancías entran y salen masivamente casi sin límites a través del paso fronterizo de Erez controlado por Israel.
Una parte del abastecimiento de la franja llegaba por los túneles también para eludir la tasa impositiva de importación que carga la Autoridad Palestina.
Israel limita la cantidad el paso de la cantidad de algunos productos como el acero porque Hamás lo utiliza para fabricar misiles y cohetes, y el cemento porque es empleado para construir redes de bunkers subterráneos blindados con hormigón armado. A veces, los bunkers protegen las plataformas desde donde los islamistas lanzan sus letales proyectiles contra las ciudades israelíes.
Por lo tanto, estos dos últimos productos sólo entran para proyectos bajo supervisión internacional.
Los servicios de inteligencia de Egipto e Israel han comprendido que las organizaciones islamistas palestinas que controlan la Franja de Gaza no solamente emplean los túneles para el contrabando de armas sino también para la salida de terroristas que luego lanzan atentados en o desde el Sinaí.
La campaña de destrucción de túneles terroristas comenzó tras el asesinato de dieciséis uniformados egipcios en agosto de 2012 en un atentado terrorista, y se ha intensificado desde que los militares depusieron al presidente electo islamista Mohamed Morsi en julio pasado.
La Inteligencia israelí creía que con la retirada de la Franja de Gaza, las organizaciones jihadistas establecidas en el Sinaí extenderían su influencia negativa sobre Gaza. Pero, tal como lo comprendieron inicialmente los oficiales de la inteligencia egipcia, el proceso es precisamente al revés. Es en la Franja de Gaza donde reciben entrenamiento y armas los jihadistas, que luego regresan al Sinaí para asesinar a soldados egipcios o para lanzar ataques contra Israel.
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